
Donald Trump: La Única Esperanza de Paz en un Mundo al Borde de la 3ra Guerra Mundial
Por: Juan Carlos Tejada
El panorama mundial se encuentra en una situación crítica. Los conflictos bélicos se intensifican en todas partes del globo, desde el prolongado enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, hasta las tensiones crecientes entre China y Taiwán, y el caos en el Medio Oriente. La historia reciente muestra que, bajo administraciones demócratas, Estados Unidos ha adoptado una postura más intervencionista y ha destinado sumas astronómicas para la financiación de conflictos internacionales. Irak, Palestina, Corea del Norte y otras regiones han sido testigos de intervenciones que no solo han causado inestabilidad, sino que también han agravado tensiones globales.
La administración de Joe Biden no ha sido una excepción. Bajo su mando, más de 200 mil millones de dólares han sido destinados para la guerra en Ucrania. Este respaldo militar y económico no ha hecho más que prolongar el conflicto y aumentar la incertidumbre mundial. Los demócratas, lejos de promover soluciones diplomáticas, han demostrado una inclinación por la guerra, lo que pone al mundo en una peligrosa encrucijada.
Ante este oscuro panorama, la figura de Donald Trump resurge como la única esperanza de paz. Durante su mandato, Trump no inició ninguna guerra, algo sin precedentes en las últimas décadas. A pesar de su enfoque polémico en muchos frentes, su capacidad para negociar y mantener a raya a líderes comunistas y autoritarios como Vladimir Putin y Kim Jong-un fue evidente. Trump logró lo que muchos otros presidentes no pudieron: contener el estallido de conflictos a gran escala.
Si Donald Trump no gana las próximas elecciones, el mundo corre el riesgo de caer en una Segunda Guerra Mundial. Los líderes demócratas han mostrado una clara inclinación hacia la intervención militar y la financiación de conflictos, y si mantienen el poder, los escenarios de guerra en múltiples frentes podrían ser inevitables. Trump, en cambio, ha demostrado ser un negociador pragmático y un líder que prioriza los intereses estadounidenses sin involucrarse en costosas guerras.